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09.12
NOWAY
TRUEQUES
A
ochenta millas, de proa al viento maestral, el hombre llega a la ciudad
de Eufamia, donde los mercaderes de siete naciones se reúnen en cada
solsticio y en cada equinoccio. La barca que fondea con una carga de
jengibre y algodón en rama volverá a zarpar con la estiba llena de
pistacho y semilla de amapola, y la caravana, que acaba de descargar
costales de nuez moscada y de pasas de uva, rellana sus albardas para la
vuelta con rollos de muselina dorada.
Pero lo que impulsa a remontar
ríos y atravesar desiertos para venir hasta aquí no es sólo el trueque
de mercancías que encuentras iguales en todos los bazares, dentro y
fuera del imperio del Gran Jan, desparramadas a tus pies en las mismas
esteras amarillas, a la sombra de los mismas cortinas espantamoscas,
ofrecidas con las mismas engañosas rebajas de precio.
No sólo a vender y
a comprar se viene a Eufemia, sino también porque de noche, junto a las
hogueras que rodean el mercado, sentados sobre bolsas o barriles, o
tendidos sobre pilas de alfombras, a cada palabra que uno dice —como
«lobo», «hermana», «tesoro escondido», «batalla», «sarna», «amantes»—
los otros cuentan cada uno su historia de lobos, de hermanas, de
tesoros, de sarna, de amantes, de batallas. Y tú sabes que en el largo
viaje que te espera, cuando para permanecer despierto en el balanceo del
camello o del junco se empiezan a evocar uno por uno todos los propios
recuerdos, tu lobo se habrá convertido en otro lobo, tu hermana en una
hermana diferente, tu batalla en otra batalla, al regresar de Eufamia,
la ciudad donde en cada solsticio y en cada equinoccio intercambiamos.
La ciudad y los trueques
Ítalo Calvino
LA GALANA
María Dolores Sánchez nace en Piñeres de Pría (Llanes, Asturias) el 17 de enero de 1937, en plena guerra civil.
Desde
los 3 años comienza a recitar todos los días algo de poesía, bien en
castellano (Bécquer, Campoamor, Zorrilla, etc.) o en asturiano (como es
natural, Pepín de Pría, González Abín, Acebal y Gutiérrez, etc.).
Su
inclinación como escritora se manifiesta desde bien temprano, haciendo
su primer escritorio «campestre» en una solera de moscas de miel
(abejas) que habían muerto, poniendo una tabla pequeña encima del panal,
y un tronco de asiento. Éste era el escritorio que tuvo desde los 6 a
los 9 años, donde escribía en pizarra, papel, a lápiz o a tinta. En la
posguerra, en mitad de la tristeza y de la apatía general, María Dolores
Sánchez escribió cosas alegres y vitalistas.
En la Biblioteca «Ramón Pérez de
Ayala» (Oviedo) quedó hecho depósito legal del libro Poesías la Galana con fecha 20 de febrero de 1998; con fecha 2 de agosto de 1999 inscribió el libro de poesía con el título Sumiciu; Manoyos escoyíos, su libro publicado en Trabe, fue presentado en la Casa de la Cultura del Valle de San Xurde (Llanes) el 28 de agosto de 2001.
OTOÑO
HERENCIAS
“De una plumada, los militares cambiaron la historia, borrando los
episodios,las ideologías y los personajes que el régimen desaprobaba.
Acomodaron los mapas, porque no había ninguna razón para poner el Norte
arriba, tan lejos de la benemérita patria, si se podía poner abajo,
donde quedaba más favorecida y, de paso, pintaron con azul de Prussia
vastas orillas de aguas territoriales hasta los límites de Asia y de
Africa y se apoderaron en los libros de geografía de tierras lejanas,
corriendo las fronteras con toda impunidad, hasta que los países
hermanos perdieron la paciencia, pusieron un grito en las Naciones
Unidas y amenazaron con echarles encima los tanques de guerra y los
aviones de caza.
La censura, que al principio sólo abarcó los medios de
comunicación, pronto se extendió a los textos escolares, las letras de
las canciones, los argumentos de las películas y las conversaciones
privadas. Había palabras prohibidas por bando militar, como la palabra
“compañero”, y otras que no se decían por precaución, a pesar de que
ningún bando las había eliminado, como libertad, justicia y sindicato.”
[...]
* Allende, Isabel, La Casa de los Espíritus”, Ed. Edivisión, 1985, pp. 337
PLUTÓN
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
Pablo Neruda
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